martes, 29 de septiembre de 2009

:: Por teléfono no ::



Era casi mediodía cuando llaman a casa. El teléfono timbra un buen rato sin que nadie conteste. Ese ruido empieza a molestarme pero no pienso moverme. No me gusta contestar el teléfono, nunca lo hago, por eso es un alivio que mi madre llegue.

- Aló.
- Con la señora de casa.
- Con ella habla.
- ¿Es usted Irma Campos Salvatierra con DNI 45690805?

El hombre está acelerado, apenas deja que le respondan en monosílabos.

- Bien, ¿su domicilio está en Av. Los Plátanos Verdes 1414 - Chosica?, ¿es correcto?
Ok ¿Y usted ve el programa de Gisela? Muy bien, señora Irma, le comunico que estamos llamándola de América Televisión. Yo soy Víctor Madrid Urrutia, miembro del staff del programa "El show de los sueños" y tengo a bien informarle que su número fue sorteado el sábado por la noche y... ¡Muchas felicidades! Usted es la ganadora, se acaba de llevar una camioneta 4x4 Mitsubishi color rojo, cero kilómetros ¿Cómo se siente, señora? ¡Diga algunas palabras que la estamos grabando para el programa!

Mi madre, que para entonces había adquirido un color pálido, me mira como quien ve un fantasma y yo me asusto pensando en lo peor.

- Joven, qué le puedo decir. Estoy muy contenta de haber ganado -su respuesta tiene más de desconcierto que rastro alguno de emoción-.
- Señora Irma, antes que hable con el señor notario público para que le certifique el premio, dígame ¿con quién más está en casa?

Los ojitos de mi vieja empiezan a brillar.

- Con mi hijo.
- Páseme con su hijo, por favor.

Tapando el auricular y reprimiendo una excitación que aumenta con cada segundo, ella se atropella hablándome sobre premios de TV y camionetas de Gisela. Me dice que agarre el teléfono, que quieren hablar conmigo. Ahora me quiere abrazar, es más, me quiere ahogar en besos. Su conducta me saca de cuadro, me pregunto si no será indicios de una menopausia prematura. Le ha entrado la locura y es extrañamente contagioso, pero yo no soy tan optimista como ella.
Cojo el teléfono y ella sale corriendo llamando a gritos a la tía Nancy.

- ¿Hablo con el hijo de la señora Irma Campos?, ¿Cuál es tu nombre? Muy bien. Mira, yo soy miembro del staff del programa "El show de los Sueños" y...

El hombre suena convincente y amigable, además tiene voz cálida. Debe ser del tipo de personas que entablan amistades con gran facilidad. Pero por más que se esfuerza no le creo ni una sola palabra. Por Radio Capital y Perú.21 han alertado sobre un incremento considerable de estafas telefónicas con este modus operandi, tanto así que, el mes pasado la misma Gisela exhortó tener cuidado con delincuentes de esta calaña.

Los estafadores son una plaga que se valen de floridos engaños y artes de prestidigitación para hacer que un incauto ceda su dinero. No sólo son sutiles, persuasivos y utilizan certeramente conocimientos sobre las emociones humanas, sino también la inteligencia juega un importante papel; cosa curiosa porque por lo general, los ladrones suelen carecer de ella. Siempre será una lástima que un talento así sea mal utilizado, o mejor dicho, sea tan bien utilizado para fines ilícitos.

- ¿Cómo te sientes, 'hijo'? Di algunas palabras.

Si no fuese estafador y nos hubiésemos conocido en otras circunstancias, creo que fácil podríamos haber sido amigos, pero la realidad es ésta y no hay otra. Y debo tratarlo como se merece.

- Tengo rastreador de llamadas, reconchadetuvida...

Me cuelga. Es una lástima porque deseaba seguir manifestandole mis más profundos sentimientos. No vuelve a llamar. Acaba de perder otra oportunidad de dinero mal habido. Debe ser un mal día para Víctor Madrid, si es que se llama así, ladrón oficinista (sin escrúpulos) de vocación.

Me quedo pensando en la mejor manera de explicarle lo ocurrido a mi vieja sin que le de 'patatús'. ¿Qué hubiese ocurrido si yo no estuviese cerca? Le pedirían depositar dinero a una cuenta bancaria para hacer efectiva la entrega, o tal vez dictar los códigos secretos de las tarjetas de celular. Así 'trabajan' ellos y lo hacen con más frecuencia de lo que imaginamos. El problema es que la mayoría de las víctimas no los denuncian por temor al ridículo, y los que sí lo hacen, se ven frustrados ante a la falta de regulación y trabas burocráticas. Así de fregada la cosa, para variar.
Mejor no sigo o me deprimo, y luego ni el prozac. Haré lo que me andan aconsejando siempre: cuidar mi salud y no hacer tanto hígado. Tomarlo con calma y deportivamente, así como ahora que acabo de recibir un mensaje en el que se me dice que he ganado medio millón de libras en la lotería británica. Acaso no es increíble... y eso que jamás la he jugado. Debo tener una suerte de tonto. Lo malo es que les tengo que pagar $130. ¡Me llega cuando esto sucede! Lo siento, ando sin dinero todo este mes.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es verdad, cada día aumentan mas gente que con el cuento de una llamada telefonica te roban todo. En el Perú debe existir un mayor control y vigilancia ante ciertos inescrupulosos que se llevan facil el dinero ajeno.

Anónimo dijo...

Yo creo que en todo el mundo aumenta la ociosidad, la maldad, el descontrol, los enfermos mentales, la escoria de la humanidad debe desaparecer o que se llamen por telefono entre ellos...

Vanessa Pinares dijo...

Que extraño, supongo que no me esperaba una broma de ese tipo.