“Haré música hasta que Dios me diga: Hasta aquí llegaste, Tigresita”
Cuando la vi supe que era ella. Salió de la oficina del dermatólogo y, con gracia felínica, sorteó a cuanto sorprendido curioso se le cruzaba para saludarla, tímidamente, en el pasadizo de la clínica. Tenía prisa, sí, pero su corazón de charapa buena, más fuerte que cualquier apremio, se impuso primero, obligándola a soltar sinceros agradecimientos y prodigar sonrisas y besos volados como quien arroja confeti al aire, bajo la atenta mirada de su escolta personal: dos hombres vestidos de negro y una mujer con el celular en la mano.
La Tigresa del Oriente, nombre artístico de Judith Bustos Aguite, saltó a la popularidad cuando su video "Nuevo Amanecer" rebasó los 5 millones de visitas en youtube el año pasado, y se convirtió en reina indiscutible cuando llegó a los 11 millones; por encima de artistas de la talla de Madonna, Shakira y Paris Hilton, e incluso las tres juntas. ¿Habrá sido ese duendecillo travieso, que algunos insisten llamar destino, quien obró mágicamente a favor de La Tigresa? O acaso el azar, golpe de suerte, la hizo brillar como las grandes, o tal vez es como lo explica ella misma, Judith Busto, cada vez que le responde a uno que otro incrédulo: "Trabajo, perseverancia y mucha fe en el don que Dios me dio".